Grandes Palabras del Evangelio H. A. IRONSIDE

Introducción: Nutrientes esenciales para los nuevos creyentes

Al comenzar esta serie de discursos sobre algunas de las grandes palabras del evangelio, el enfoque principal está en los niños en Cristo, aquellos que recientemente han sido traídos al conocimiento de la salvación por el ministerio de gracia del Espíritu Santo. Este es un momento crucial para su crecimiento espiritual, donde necesitan ser alimentados con las verdades fundamentales de la Palabra de Dios para dar los primeros pasos sólidos en su peregrinaje de fe.

Como lo expresó el apóstol Pedro: «Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud». Con esta guía tan clara, surge la responsabilidad de ofrecer un entendimiento accesible y nutritivo que les permita avanzar firmemente.

La importancia de la leche espiritual

La leche espiritual descrita por Pedro no es simplemente un alimento para aprender, sino una experiencia que transforma. Para los nuevos creyentes, las primeras enseñanzas del evangelio son como una base que los prepara para futuros niveles de profundidad en su relación con Dios. Es una etapa de capacitación y seguridad, donde cada lección se convierte en una oportunidad para explorar y entender la gracia divina ofrecida en nuestro Señor Jesucristo.

Es importante enfatizar que mientras los niños en Cristo se alimentan de estas verdades fundamentales, también se despierta un hambre por conocer más. Es un proceso que los acerca continuamente a las preciosas promesas dadas en las Escrituras.

Crecer en las verdades profundas: Un viaje de madurez

A medida que estos niños en Cristo continúan su camino, llegarán a experimentar desafíos y necesidades espirituales más complejas. Sin embargo, en esta etapa temprana, nuestra tarea es proporcionarles una perspectiva clara y accesible. Las palabras del evangelio son potentes y transformadoras, y aunque la «vianda firme» mencionada por las Escrituras es para aquellos con años de experiencia, cada cristiano necesita su tiempo de formación.

Para aquellos que han salido de las tinieblas hacia la luz, es vital seguir despertando su interés y pasión por las verdades de la Palabra de Dios. Esto incluye guiarlos con paciencia y sabiduría, mientras mantienen su enfoque firme en el Salvador. El alimento espiritual correcto genera salud y crecimiento en cada creyente, estableciendo una base sólida para los años venideros.